El sol y la vitamina D

Por Ana Robert Estelrich

La vitamina D es la vitamina del sol, existe en la tierra desde hace más de 500 millones de años.

Síntesis de vitamina d a partir del sol

Necesitamos vitamina D

Durante la exposición al sol, un compuesto derivado del colesterol –7-dehidrocolesterol– de la piel absorbe la radiación UV B y se convierte en previtamina D3 que a su vez se transforma en vitamina D3. Tanto la previtamina como la vitamina D3 absorben radiación UV B convirtiéndose en diferentes compuestos, algunos de ellos con propiedades biológicas únicas.

La síntesis de vitamina D a partir del sol depende mucho de la estación del año, el momento del día, latitud, altitud, polución del aire, pigmentación de la piel, uso de factor de protección y la edad.

La vitamina D se metaboliza en el hígado y en los riñones produciendo calcitriol, que es su forma biológicamente activa. El calcitriol juega un papel importante regulando el metabolismo del calcio y fosfato en el mantenimiento de las funciones metabólicas y en la salud de los huesos. La mayoría de células y de órganos del cuerpo tienen receptores de vitamina D y muchas células y órganos son capaces de producir calcitriol. Influye en gran número de procesos biológicos.

Del sol a los huesos

Síntesis de vitamina D a partir del sol

En casos de deficiencia de vitamina D, es necesario aumentar los alimentos con vitamina D, exposiciones razonables al sol y fomentar la ingesta de suplementos con dicha vitamina.

La radiación del sol produce vitamina D

El lugar donde se produce la síntesis de vitamina D es la epidermis. Durante la exposición solar, el 7-dehidrocolesterol gracias a la acción de los rayos UVB del sol se transforma en vitamina D3 -colecalciferol-. A continuación, esta vitamina D3 se hidroliza y es transportada al hígado, donde es transformada en su forma biológicamente activa, el calcitriol.

Metabolismo de la vitamina D a partir del sol

Metabolismo de la vitamina D

La melanina absorbe fotones de los rayos UVB y compite con ellos por el 7-dehidrocolesterol. Por lo tanto, la melanina interfiere en la síntesis de la vitamina D3.

Se ha descrito que la pigmentación de la piel reduce enormemente la síntesis de vitamina D3 a través de los rayos UV. Las personas de piel oscura requieren hasta 6 veces más dosis de radiación que las personas de piel blanca para conseguir los mismos niveles de esta vitamina. También se ha descrito que muchos afroamericanos que viven en el norte de los EEUU sufren severas deficiencias de vitamina D a pesar de injerir complementos alimentarios con esta vitamina.

Alimentos con vitamina D

Sin embargo, los datos disponibles sobre la relación entre la radiación UV, la pigmentación de la piel y la vitamina D muestran resultados contradictorios.

Lo que sí está claro es que el bronceado de la piel o melanogénesis es un mecanismo natural de defensa hacia los rayos UV a través de la producción de melanina por los melanocitos. La pigmentación de la piel es importante, tanto desde un punto de vista cultural como cosmético. En áreas geográficas de alta exposición solar, existe una selección natural hacia pieles oscuras para prevenir quemaduras solares, cáncer de piel y termorregulación anormal de las glándulas sebáceas.

La relación entre el nivel de la radiación UV y la pigmentación es un compromiso entre el efecto perjudicial de la UVR y sus efectos beneficiosos de síntesis de vitamina D.

El bronceado y la vitamina D

La vitamina D es esencial para los huesos. Las fuentes naturales de vitamina D son la dieta y las exposiciones solares, siendo éstas últimas las más importantes para la mayoría de la población. No obstante, la radiación UV solar es una de las principales causas de cáncer de piel.

El tiempo necesario de exposición solar para producir vitamina D varía en función de diferentes factores ambientales, tanto físicos como personales. No obstante, es corto e   inferior al tiempo necesario para que la piel enrojezca o se queme. De hecho, largas exposiciones al sol pueden llegar a descomponer la vitamina D. Exposiciones cortas y con la piel protegida, evitando el bronceado, ayudan al cuerpo a producir suficiente vitamina D.

Exceptuando el aceite de pescado, el resto de alimentos naturales contienen poca vitamina D. También puede obtenerse de suplementos alimenticios, especialmente importantes en personas con riesgo de niveles bajos.

Actualmente, todavía existe incertidumbre con respecto a la vitamina D, cuáles son los niveles «óptimos» o «suficientes». El balance riesgo-beneficio de la luz solar en personas de diferentes tipos de piel y colores. También existe controversia acerca de si la vitamina D protege contra enfermedades crónicas como el cáncer, enfermedades cardíacas y diabetes, y los beneficios y riesgos del suplemento generalizado de vitamina D.

Bibliografía

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3356951/

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3897598/

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