Todos sabemos que alimentar correctamente el interior de nuestro cuerpo requiere una cantidad considerable de nutrientes, entre ellos vitaminas. Lo mismo sucede para alimentar nuestro exterior, es decir la piel. Una piel sana empieza por una alimentación saludable y termina por lo que nos ponemos sobre ella. Y las vitaminas juegan un papel fundamental tanto en el cuidado de la piel como en retrasar su envejecimiento.
¡La piel necesita vitaminas!
La relación entre las vitaminas y una buena salud se estableció hace muchos años. Pero las vitaminas no se utilizaron en cosmética ni dermatología porque se pensaba que no podían atravesar la piel, fundamentalmente porque no se conocía su metabolismo. Además, los cosméticos se utilizaban con fines decorativos, como cubrir imperfecciones y signos de madurez, más que para prevenir daños en la piel, el cabello o las uñas.
Estudios de los años 80 y 90 demuestran que ciertas vitaminas protegen las células y los tejidos del cuerpo del daño causado por procesos naturales, medio ambiente y envejecimiento.
De la misma forma que cuidamos nuestros órganos internos con una dieta equilibrada, debemos cuidar nuestro gran órgano externo que es la piel.
El paso siguiente para obtener una piel saludable es aplicar vitaminas de forma tópica a través de fitonutrientes. Tanto en la alimentación como en el cuidado de la piel, la mejor fuente de vitaminas proviene de las plantas. Las vitaminas que se absorben a través de la piel tienen un efecto muy positivo en cada una de sus capas. Cuanto más penetran las vitaminas en las diferentes capas de la piel, mayor efecto tendrán en las células que acabarán emergiendo a la superficie y el resultado será una piel suave y rejuvenecida.
Beneficios generales de las vitaminas
Son compuestos naturales, necesarios para el crecimiento normal y el mantenimiento de las funciones corporales.
Catalizan las reacciones enzimáticas del organismo. Las enzimas son proteínas que actúan como catalizadores naturales. Es decir, aumentan la velocidad de las reacciones químicas permitiendo que tengan lugar a 37ºC, pero no sufren ninguna modificación. Se recuperan indefinidamente.
Son específicas para cada reacción. Cada una actúa sobre un sustrato concreto.
Muchas enzimas necesitan a su vez una coenzima o cofactor para que la reacción se produzca. Y estas coenzimas son vitaminas o minerales. Sin estas coenzimas, las reacciones no tienen lugar.
En dermatología y cosmética, las vitaminas contribuyen en la protección, corrección y renovación de los procesos de la piel, cabello y uñas, que se desaceleran considerablemente con la edad.
De especial interés en cosmética son las vitaminas A, B5, C, D, E y sus derivados.
La vitamina A: normalizadora
La vitamina A o retinol se conoce como la normalizadora porque es esencial, no sólo para la diferenciación -proceso mediante el cual una célula se convierte en otro tipo celular más especializado- normal de las células de la epidermis, si no también para el crecimiento y desarrollo de huesos, dientes, glándulas, uñas y cabello.
Durante los últimos años, la vitamina A ha recibido especial atención debido a los estudios realizados con uno de sus análogos, el ácido retinoico que ha demostrado tener efectos de inversión del fotoenvejecimiento.
Retinol o vitamina A
Ácido retinoico
Analogía entre las moléculas de retinol y ácido retinoico
La vitamina A es quizás la mejor defensa contra el envejecimiento de la piel, ayuda a reducir arrugas, mejora el tono de la piel y contribuye a disminuir las manchas oscuras.
Vitamina B5: belleza
El ácido pantoténico o vitamina B5 forma parte del complejo de vitaminas B, presentes en todas las células vivas. También es constituyente de la coenzima A, esencial en la síntesis de lípidos, proteínas y en el enlace entre éstos y los carbohidratos.
Ácido pantoténico
La insuficiencia de vitamina B5 conduce a enfermedades de la piel. El pantenol, molécula muy estable análoga al ácido pantoténico, se utiliza en dermatología para curar heridas y quemaduras. Esta actividad está relacionada con el efecto de proliferación celular del ácido pantoténico.
Alimentos ricos en vitamina B5
Por todo ello, esta vitamina juega un papel fundamental en pieles maduras que sufren de curaciones lentas debidas a la reducción de proliferación celular.
La vitamina C: protectora y correctora
El ácido ascórbico o vitamina C es un cofactor muy importante para la síntesis del colágeno, proteína que da estructura, firmeza y elasticidad a la piel, producida naturalmente por el cuerpo.
En condiciones normales, el cuerpo puede almacenar unos 1500 mg de vitamina C y la ingesta diaria puede mantener el nivel necesario para el organismo. No obstante, existen muchos factores que contribuyen a disminuir ese nivel. Son la edad, el tabaco, las infecciones y el consumo de ciertos medicamentos.
Los cítricos contienen vitamina C
El ácido ascórbico es muy soluble en agua, pero se oxida rápidamente por exposición al aire. Además, debido a su estructura hidrófila -ama el agua-, la penetración a través de la piel no es fácil, ya que la piel es lipófila -ama las grasas-.
No obstante, estudios llevados a cabo después de varias horas de penetración en la piel con ácido ascórbico estabilizado, demuestran que el colágeno aumenta hasta el triple del contenido habitual.
La naranja contiene vitamina C
También se ha comprobado que una aplicación tópica sobre la piel protege contra la radiación UV.
Todo ello demuestra la efectividad de aplicar vitamina C directamente sobre la dermis para estimular la síntesis de colágeno y como protector UV.
La vitamina D: solar
Es esencial para el desarrollo y mantenimiento de la estructura ósea del organismo. Puede ser sintetizada por el organismo a partir de provitamina D3 mediante radiación UV y también podemos ingerirla.
La piel es, por lo tanto, el lugar del cuerpo donde se genera más vitamina D. Es imperativo mantener los niveles adecuados, especialmente en edades maduras porque con los años el nivel de provitamina D3 va disminuyendo. También influyen factores como una dieta no equilibrada, exceso de medicamentos e incluso, el uso continuado de cremas solares de alto factor de protección solar.
Alimentos ricos en vitamina D
La vitamina D es un nutriente esencial también para el desarrollo y la regeneración de la piel. Ejerce una función inmune protegiéndola de microorganismos puesto que contribuye a generar las biomoléculas -ceramidas- que componen la barrera protectora de la piel.
La vitamina E
La vitamina E libre es muy poco estable frente al oxígeno y se utiliza principalmente en forma de dos derivados: acetato y linoleato.
Acetato de vitamina E: protector
Los procesos naturales del organismo, la polución ambiental, algunos estilos de vida y la radiación UV dan lugar a la formación de radicales libres. Éstos son moléculas muy reactivas, porque les falta un electrón, y como tales pueden reaccionar con células y tejidos dañándolos.
Los antioxidantes ceden electrones a los radicales libres estabilizándolos
Los antioxidantes actúan como captadores in vivo de radicales libres. La vitamina E es un antioxidante. Aplicada de forma tópica sobre la piel, la protege de la acción de los radicales libres.
El acetato de vitamina E es muy estable, y aunque no es antioxidante per se, sí lo es cuando penetra a través de la piel.
Linoleato de vitamina E: humidificante
Uno de los signos de envejecimiento de la piel es que la barrera natural intercelular de humedad del stratum corneum se deteriora, que se evidencía con un exceso de sequedad y escamación.
Durante los últimos años se ha demostrado que, aunque el agua juega un papel muy importante en mantener la piel húmeda y flexible, la habilidad del stratum corneum de mantener la humedad, depende en gran parte de la presencia de ácidos grasos esenciales. Un parámetro utilizado en la medida de la humedad de la piel es la pérdida de agua transepidérmica -TEWL- que es el agua que pasa del interior del cuerpo a la atmósfera por evaporación o difusión.
Baja y elevada pérdida de agua transepidérmica
Los ácidos grasos esenciales son principalmente el ácido linoleico, un omega 6, y el ácido linolénico, un omega 3. No pueden ser sintetizados -generados- por el organismo y los hemos de injerir. No obstante, al aplicarlos de forma tópica sobre la piel pueden ser metabolizados e incorporados dentro de la estructura grasa de la epidermis, unidad básica de la barrera natural intercelular de humedad de la piel.
El linoleato de vitamina E se caracteriza por su excelente estabilidad y por no ser irritante. Juega un papel muy importante en la reparación de la barrera de humedad de la piel.
Bibliografía
https://es.wikipedia.org/wiki/Vitamina_A
https://es.wikipedia.org/wiki/%C3%81cido_retinoico
http://www.iscd.it/files/THE-ROLE-OF-VITAMINS-IN-AGED-SKIN.pdf
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4642156/