Aceite de hipérico : el origen del nombre
El nombre botánico de aceite de hipérico es hypericum perforatum, conocido también como hierba de San Juan
Hypericum proviene de la palabra griega “hyperikon”, que se compone de hyper que significa encima y eikon, imagen o aparición, en referencia a la costumbre de colgar sus ramas en los hogares para ahuyentar a los espíritus malignos.
Perforatum significa “pinchado” y se refiere a los pequeños puntos negros que tienen las hojas y las flores, y que, a simple vista, parecen pequeñas perforaciones, pero que son, en realidad, las pequeñas glándulas que contienen los aceites esenciales y las resinas de la planta.
El color amarillo de sus pétalos al florecer y el rojo carmesí que se desprende de las ramas recién cortadas, se convirtieron, a ojos de los cristianos devotos de San Juan y coincidiendo con el 24 de junio, en símbolos de la luz del santo y de su sangre derramada. De ahí que el nombre botánico fuese sustituido, en la sabiduría popular, por “hierba de San Juan”.
La planta hierba de San Juan
Esta planta, crece en todos lugares agrestes y alcanza una altura máxima de 40 centímetros, produciendo flores pequeñas y amarillas agrupadas en las extremidades de los tallos.
La química del aceite de hipérico
El aceite de hipérico se ha utilizado durante siglos por sus propiedades medicinales.
Los griegos y romanos ya lo utilizaban para las picaduras de serpiente, para paliar los dolores menstruales, los desarreglos intestinales, las úlceras, las heridas superficiales o la ciática.
También se le han atribuido propiedades espirituales y místicas, puesto que se creía que su olor era capaz de ahuyentar los malos espíritus.
Durante mucho tiempo, la hipericina –un aceite esencial rojo que se extrae exclusivamente de los brotes nuevos-, se ha usado como antidepresivo.
Molécula de hipericina
Curiosamente, con el tiempo se ha comprobado que la molécula de hipericina no es el ingrediente activo.
Sí lo es la hiperforina, con efectos sobre las células nerviosas del cerebro, utilizándose para el tratamiento de enfermedades mentales y degenerativas, como la depresión o ansiedad leve, el insomnio, la demencia vascular o el Alzheimer.
Molécula de hiperforina
Otros usos de la hierba de San Juan
La hierba de San Juan es uno de los remedios caseros tradicionales más populares.
La maceración de la rama con flores o de los botones florales de la planta, es un buen regenerador cutáneo, muy útil en las quemaduras leves, eliminando el dolor y curando las heridas.
Por ejemplo, ante una excesiva exposición al sol, hay que aplicarlo justo después y seguir aplicándolo varias veces más durante el día, y es una ayuda perfecta para los quiroprácticos porque reduce las tensiones musculares. Alivia los dolores de crecimiento de los niños. Es un buen remedio para curar cortes, raspaduras y arañazos y, debido a su efecto antinflamatorio, es un buen cicatrizante que reduce las rojeces y la hinchazón.
Otras formas de usar hierba de San Juan
Infusión de hierba de San Juan
La infusión de hipérico calma la ansiedad, tranquiliza y equilibra sin alterar la capacidad cognitiva.
Se prepara hirviendo 2 cucharadas de café de las flores y hojas en 2 tazas de agua durante 3 ó 4 minutos y dejando reposar la infusión 5 minutos antes de tomarla.
Aceite esencial de hierba de San Juan
El aceite esencial de hipérico –con sus 134 componentes-, sólo puede usarse externamente, aplicándose con pomadas o cataplasmas 2 ó 3 veces al día.
Se prepara poniendo unos 40 gramos de hojas y flores en medio litro de aceite de oliva y manteniéndolo 2 horas al baño María. Después se deja en la nevera durante 4 días, se cuela y se usa sobre una gasa.
Cápsulas de hierba de San Juan
Suelen encontrarse en las farmacias y parafarmacias. Están preparadas con el polvo que contiene los principios activos de la planta.
En este caso, hay que tener en cuenta que puede interactuar con ciertos medicamentos y producir efectos secundarios derivados de esta interacción.
La hierba de San Juan tiene un sinfín de cualidades desde antaño…
Si –como os explicaba unas líneas más arriba-, griegos y romanos ya supieron de los usos medicinales de la hierba de San Juan, en Europa se popularizó durante la Edad Media por su capacidad para sanar heridas. Ya en el siglo XVI se la conocía como la hierba de las heridas y, más tarde, como la hierba militar porque se empleaba, en el campo de batalla, en forma de emplastos para acelerar la cicatrización de los soldados.
El hipérico y sus propiedades antiinflamatorias, descongestionantes y cicatrizantes–como también se ha visto anteriormente-, sigue siendo un recurso empleado en la actualidad, habiéndose convertido, también, para casos leves, en un tratamiento antidepresivo natural.
Es de este modo como la hierba de San Juan, parte de nuestra tradición, continúa presente en la vida actual contribuyendo, como siempre, a nuestro bienestar.
Bibliografía
Chemical composition of Hypericum perforatum L. Essential oil. Advanced technologies 4(1), 2015, 64-68
Plantas Medicinales, Doctor Vander, 1946
Las 15 plantas medicinales que arruinarían a las farmacéuticas, Miriam Borovich, 2015, comanegra